Identifica el tipo de daño. Revisa visualmente el techo para detectar abolladuras, rasguños o áreas oxidadas. Usa binoculares si es necesario para observar desde la distancia sin riesgo.
Pasos para la reparación
- Limpieza de la superficie: Retira cualquier suciedad, hojas o escombros que puedan interferir con la reparación. Utiliza una manguera y un cepillo suave.
 - Inspección detallada: Examina las uniones y selladores. Busca signos de filtraciones y oxido.
 - Reemplazo de chapas dañadas: Si alguna chapa está muy deteriorada, córtala con una sierra adecuada y asegúrate de que la nueva chapa coincida en tamaño y color.
 - Sellado: Aplica sellador de silicona en las juntas y sobre cualquier área con potencial de filtraciones. Usa un aplicador para una cobertura uniforme.
 


Mantenimiento preventivo
- Realiza inspecciones periódicas, especialmente después de tormentas fuertes.
 - Aplica un revestimiento protector cada dos años para evitar la corrosión.
 - Limpia las canaletas y desagües regularmente para asegurar un buen drenaje.
 
Estas acciones garantizan la longevidad del techo y previenen problemas mayores en el futuro. Mantén un registro de cualquier reparación realizada para facilitar el mantenimiento continuo.
Si querés que te ayudemos escribinos al whatsapp y te asesoramos sin compromiso.
				